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miércoles, 13 de febrero de 2013

AVISO! Sobre el fanfic "Strangers"

Bien, mis hermos@s lectores y lectoras, ese post es para avisarles de una terrible perdida de este blog...el fanfic llamado "Strangers", basado en la pareja Sasuke Uchiha x Naruto Uzumaki sera llevado a Fanfiction.net .
Debido a la falta de público aqui en blogger y a la ausencia de comentarios en esta misma red.
Espero me comprendan y sigan dejando sus comentarios las personas fieles que lo hacen :'3




Links:



Click para ir directo al capitulo 4 del fanfic


De nueva cuenta, por favor, disculpen las molestias.
Ja nee! :D

viernes, 1 de febrero de 2013

Strangers = Capitulo 3 = SasuNaru Fanfic, M-Preg, Lemon=



Capitulo 3


Fue su propio gemido lo que lo despertó. La pierna le latía dolorosamente.


-¿Qué ocurre?


Sasuke tenía la voz ronca, pero Naruto no creía que fuera porque acabara de despertarse de un profundo sueño. Por instinto, supo que había estado tendido a su lado, despierto.


-Nada.-


-Dímelo. ¿Qué te pasa? ¿Es la pierna?-


-Sí.-


-¿Te sangra de nuevo?-


-No, no creo. No la noto húmeda. Solo me duele.-


-Bebe algo más de alcohol.-


El moreno se incorporó y tomo la botella de brandy, que había metido en el refugio con ellos.


-Ya estoy atontado.-


-Bien. Entonces ha funcionado.-


Sasuke le coloco el cuello de la botella en los labios y la inclino hacia arriba. Naruto tuvo que beber, o se hubiera ahogado.

El potente licor hizo un camino de fuego hasta su estómago. Al menos, le hizo olvidarse unos segundos del dolor.


-Gracias.-


-Abre las piernas.-


-¿Perdón?-


-Que abras las piernas.-


-¿Cuánto licor has bebido?-


-Hazlo.-


-¿Para qué?-


-Para que yo pueda meter la mía entre las tuyas.-


Sin darle ocasión de protestar nuevamente, él deslizo la mano entre sus muslos y le hizo elevar la pierna herida. Metió la rodilla entre las del rubio y, con suavidad, hizo que apoyara la pierna en las suyas.


-Así. Al mantenerla elevada, aligerarás la presión. Y además, evitaremos que te de un golpe sin querer durante la noche.-

Naruto se había quedado demasiado estupefacto como para quedarse dormido inmediatamente. Era muy consciente de la cercanía de ese hombre. Y había otra cosa que lo mantenía despierto: la culpabilidad.


-Sasuke ¿Conocías a alguno de los otros hombres?-


-¿De la avioneta? No.-


-Los hombres que iban en los dos asientos delanteros era hermanos. 

Mientras estaban pesando nuestro equipaje, oí que hablaban de reunir a sus familias para Acción de Gracias.-


-No pienses en ello.-


-No puedo evitarlo.-


-Sí puedes.-


-No, no puedo. No puedo dejar de preguntarme porque estoy vivo. ¿Por qué se me ha permitido vivir a mí? No tiene sentido.-


-No tiene que tener sentido-respondió el azabache con amargura-. Las cosas son así. Había llegado su hora, eso es todo. Ya ha acabado todo. Tienes que olvidarlo.-


-No puedo.-


-Oblígate.-


-¿Es lo que has hecho tú?-


-Sí.-


Naruto se estremeció.


-¿Cómo puedes ser tan insensible con la vida de otros seres humanos?-


-Práctica.-


Aquella palabra afecto a Naruto como si le hubieran dado una bofetada. Había sido pronunciada con crueldad, para hacer que se callara, y lo había conseguido.


Sin embargo, no consiguió que dejara de pensar. Se preguntó a cuantos compañeros habría visto morir en Vietnam1. ¿Docenas? ¿Cientos?


Él también tenía práctica enfrentándose a la muerte, pero no tanta como el moreno, aparentemente. No era algo que pudiera obviar, o descartar, con la mera fuerza de voluntad. Cuando pensaba en las personas que había perdido, sentía un profundo dolor.


-Mi madre murió de una apoplejía2-le dijo en voz baja-. Su muerte fue casi un alivio. Habría quedado gravemente discapacitada. Tuve una semana para prepararme. Pero la muerte de mi hermano fue repentina.-

Seguramente, Sasuke no tendría ganas de oír nada de aquello, pero quería hablar de ello.


-¿Un hermano?-


-Deidara. Murió en un accidente de tráfico hace dos años.-


-¿No tienes más familia?-


-Solo mi padre-contestó él, y tomo aire-. Era el hombre con el que estaba en la cabaña. Del que me estaba despidiendo. No era mi amante. Era mi padre.-


Espero una respuesta, pero no la obtuvo. Si el azabache no hubiera tenido tan tenso, habría pensado que por fin se había quedado dormido.


Finalmente, fue Sasuke quien interrumpió el silencio.


-¿Qué va a pensar tu padre cuando le informen del accidente?-


-¡Oh, Dios mío!-exclamo el rubio. Y en un acto reflejo, se aferró a la mano que el de cabellos negros tenía posada en su estómago-. No había pensado en eso.-


Se imaginaba la desesperación que sentiría su padre cuando supiera la noticia. Él había perdido a su esposa, y después a su hijo mayor. Y ahora también a su hijo menor. Quedaría devastado. Naruto no soportaba pensar en cómo iba a sufrir, y en la incertidumbre que sentiría al no saber que había sido de él. Esperaba que, tanto por sí mismo como por su padre, los rescataran pronto.


-Me pareció un hombre de los que mueven hilos-dijo Sasuke-. Perseguirá a las autoridades hasta que nos encuentren.-


-Tienes razón, mi padre no descansara hasta que sepa lo que me ha ocurrido.-


Naruto estaba seguro de ello. Su padre era un hombre poderoso, era dinámico, y tenía el talento y los medios para hacer las cosas. Su reputación y su fortuna moverían rápidamente todo el papeleo. El hecho de saber que no dejaría piedra que levantar para buscarlo le hizo sentir optimismo.


También se había quedado sorprendido al descubrir que Sasuke no era tan impermeable y tan encerrado en sí mismo como parecía. Antes de que subieran a la avioneta, él se había mantenido distante de los demás. No se había mezclado con nadie; sin embargo, parecía que había notado todo. Aparentemente, su compañero era un observador agudo de la naturaleza humana.


La naturaleza estaba burlándose de él en aquel momento. Mientras estaba hablando, Naruto noto nerviosamente el sexo del moreno contra su nalga. Sin poder evitarlo, soltó:


-¿Estas casado?-


-No.-


-¿Lo has estado?-


-No.-


-¿Tienes alguna relación seria?-


-Mira, yo tengo las relaciones sexuales que necesito ¿de acuerdo? Y sé porque de repente tiene tanta curiosidad. Créeme, yo también lo siento, pero no puedo hacer nada para evitarlo. Me temo que las opciones que se me vienen a la cabeza nos avergonzarían a los dos.-

Naruto se ruborizó.


-Ojalá no hablaras así.-


-¿Cómo?-


-Tan groseramente.-


-Acabas de salir de un alojamiento de caza ¿Acaso no has oído bromas picantes? ¿No has oído comentarios subidos de tono? Creía que ya estarías acostumbrado a este lenguaje.-


-Bueno, pues no lo estoy. Y, para tu información, solo fui a ese viaje de caza por mi padre. Yo no me lo he pasado muy bien.-


-¿Te obligo a ir?-


-Claro que no.-


-¿No te persuadió para que fueras, a cambio del abrigo de piel, quizá?-


-No-respondió con irritación-. El viaje fue mi idea. Yo se lo sugerí.-


-¿Y elegiste el Norte al azar? ¿Por qué no a Hawái? ¿O a St. Moritz? Se me ocurren otros miles de lugares donde tú hubieras encajado mejor.-


El suspiro de Naruto fue una admisión de que él lo había encasillado correctamente en aquel sentido. En una partida de caza mayor, el rubio estaba fuera de lugar.


-Mi padre y mi hermano siempre iban de caza juntos durante cuatro semanas al año. Era una tradición familiar-lleno de remordimientos, Naruto cerró los ojos-. Mi padre no había vuelto a cazar desde que murió Deidara. Pensé que le vendría bien este viaje. Yo fui el que insistió en que fuera. Como no estaba del todo convencido, le dije que yo lo acompañaría.-


De nuevo, Naruto espero algún tipo de comentario comprensivo, pero lo único que oyó fue un gruñido.


-Cállate ¿quieres? Estoy intentado dormir un poco.-
 
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-Quieto, Naruto.-


La voz de su hermano resonó entre sus sueños. Estaban peleándose, como solo los hermanos pueden pelearse. Deidara y él se querían mucho. Desde que Naruto comenzó a caminar, habían sido amigos inseparables. Para disfrute de su padre y consternación de su madre, a menudo se habían enzarzado en combates ruidosos que siempre terminaban en carcajadas.


Sin embargo, la voz de Deidara no tenía un tono de diversión en aquel momento; lo agarro por las muñecas y se las sostuvo por encima de la cabeza.


-Quieto-le dijo, agitándolo ligeramente-. Vas a hacerte daño si sigues moviéndote así.


El rubio se despertó, pero al abrir los ojos, no fue la adorada cara de su hermano la que vio, sino la de aquel hombre. El Solitario. Estaba contento de que él estuviera, pero no era santo de su devoción. ¿Cómo se llamaba?

Ah, sí, Sasuke…Sasuke algo. O algo Sasuke.


-Estate quieto-le ordenó él.


-Suéltame.-


-¿Estás bien?-


El rubio asintió.


-Sí. Por favor, suéltame.-


Entonces, él lo liberó. El rubio tomó aire profundamente y se estremeció. Al instante, comenzaron a castañearle los dientes. Sasuke frunció el ceño con preocupación. O con enfado; Naruto no supo a distinguirlo. O estaba enfadado, o preocupado.


-Estas ardiendo en fiebre-le dijo él-. He salido de la cama para avivar el fuego. Estabas delirando, y comenzaste a llamar a gritos a un tal Deidara.-


-Mi hermano-dijo el rubio, temblando inconteniblemente, e intentó envolverse en una de las pieles.


Sasuke se acercó a él y le destapo la pierna. De nuevo, deshizo el vendaje y miro la herida abierta. Naruto lo miro a él.

Finalmente, se dirigió al ojiazul con seriedad.


-No quiero engañarte. Tiene mal aspecto. Se te ha infectado. Hay un frasco de antibióticos en el maletín de primeros auxilios. Estaba guardándolos por si ocurría esto, pero no sé si serán los adecuados para curar esta infección.-


Naruto intento humedecerse los labios, pero no los consiguió porque la fiebre le había resecado la boca.


-Podría gangrenárseme y causarme la muerte ¿no?-


Sasuke esbozó una media sonrisa forzada.


-Todavía no. Tenemos que hacer todo lo posible por evitar eso.-


-¿Amputármela?-


-Dios, eres morboso, también. Lo que había pensado era limpiar todo el pus y coserte la herida.-


El ojiazul palideció.


-Eso suena morboso, también.-


-No tanto como cauterizarla. Lo cual también podría suceder-dijo él. Naruto se quedó completamente blanco. -Pero por el momento, vamos a darte unos cuantos puntos. Y no pongas esa cara de alivio. Va a dolerte mucho.-


Naruto lo miro fijamente a los ojos. Por muy extraño que fuera, y por muy desagradable que hubiera sido su comienzo, confiaba en él.


-Haz lo que tengas que hacer.-


Él asintió y se puso manos a los obra. Primero, saco una camisa de seda de la mochila de Naruto.


-Me alegra que hayas traído estas camisas tan fuera de lugar-dijo Sasuke.


Naruto sonrió temblorosamente ante aquella broma, mientras el moreno comenzaba a deshacer la prenda desde el cuello.


-Usaremos estos hilos para la sutura-le explicó, y señalo la botella de brandy con un gesto de la cabeza-. Será mejor que empieces a beber. Trágate una de estas pastillas de penicilina. No eres alérgico ¿verdad?, Bien-dijo ante la negativa de Naruto-. Bebe despacio, y no pares hasta que estés borracho. Pero no te lo bebas todo. Tendré que esterilizar los hilos y la herida con el resto.


El rubio no estaba lo suficientemente anestesiado cuando Sasuke se inclinó sobre su pierna. Aquel fue un proceso agonizante, que pareció eterno. Cuando, finalmente, él derramo brandy por toda la herida, Naruto gritó. Después de que le limpiara el corte con el cuchillo de caza, que también había esterilizado con el fuego, los puntos no le parecieron tan malos. El ojinegro usó una de las agujas de coser del pequeño costurero de viaje que Naruto había recogido de la avioneta. Limpio todos los hilos con el brandy y le cosió la herida para unir ambos bordes del corte.


Naruto lo miraba fijamente a la cejas. Pese al frío, el azabache tenía la frente cubierta de sudor. Sasuke nunca aparto los ojos de su trabajo, salvo para mirar de vez en cuando a Naruto. Él era sensible a su dolor, incluso comprensivo. Tenía unas manos sorprendentemente tiernas para ser un hombre tan grande.

Finalmente, aquel punto entre las cejas de Sasuke comenzó a desenfocarse. Aunque él aún estaba tumbado, la cabeza le daba vueltas a causa del dolor y el trauma, y los efectos del brandy. No quería perder el conocimiento, pero finalmente perdió la batalla y cerró los ojos.


Su último pensamiento fue que iba a ser una pena el hecho de que su padre nunca supiera lo valiente que había sido hasta el momento de su muerte.


-Bien-dijo Sasuke, sentándose en el suelo mientras se enjugaba el sudor de la frente-. No es bonito, pero creo que funcionará.-

Entonces miro al rubio con una sonrisa de satisfacción y optimismo. 

Sin embargo, él ya no vio aquella sonrisa.


Estaba inconsciente.

♦◘♦◘♦◘♦
Continuará...
◘♦◘♦◘♦



¿Y bien? ¿Qué les pareció? ¿Me merezco un review? ;w;
¡¡¡Nos vemos el capitulo 4!!!
 
Agradecimiento a mi hermosa Beta Reader *-*
Andrómeda Walker Nightray: Tumblr


♦•♦•♦•♦•♦

1Si se preguntan por qué Sasuke fue a la guerra USA vs Vietnam, es debido a que es un ciudadano norteamericano de padres y nombres japoneses.
2Un accidente cerebrovascular (ACV o ACVA), ictus cerebral, apoplejía, derrame cerebral, golpe o ictus apoplético, ataque cerebrovascular o ataque cerebral es la pérdida brusca de funciones cerebrales causada por de una alteración vascular, ya sea por interrupción del flujo sanguíneo o por hemorragia. Lo que diferencia el ACV de otros conceptos similares es la consideración de ser un episodio agudo y la afectación de las funciones del sistema nervioso central.


domingo, 20 de enero de 2013

Strangers = Capitulo 2 = SasuNaru Fanfic, M-Preg, Lemon=



Capítulo 2


A Naruto comenzó a darle vueltas la cabeza y tuvo nauseas. Pensó que iba a desmayarse.

-Tranquilo, tranquilo-le dijo Sasuke. Lo tomo por los hombros y lo obligo a tumbarse de nuevo-. ¿No te acuerdas de cuando te hiciste esa herida? – le preguntó. Él hizo un gesto negativo con la cabeza, y entonces el susurró:


-Debió de suceder cuando el avión cayó, no había sentido ningún dolor.-


-Estabas en estado de shock. ¿Cómo te sientes ahora?-


Fue en aquel momento cuando Naruto fue consciente del dolor.


-No está muy mal-respondió. Y, al darse cuenta de que él lo estaba observando atentamente para saber si decía la verdad, insistió: -De verdad, no me siento mal. Pero he sangrado mucho, ¿no?-


-Sí- dijo él. Y, con una expresión grave, comenzó a rebuscar en el maletín de primeros auxilios.

-Tengo que limpiarte la sangre para ver dónde está la herida.-


Sasuke abrió la mochila que el rubio llevaba y saco una camiseta de suave algodón para limpiar la sangre de la pierna. Naruto sintió la presión de sus manos, y casi nada más aparte de eso, mientras observaba el cielo a través de las ramas de los árboles.


Quizá se hubiera apresurado al dar las gracias a Dios por estar vivo. Cabía la posibilidad de que se desangrara allí mismo sin que Sasuke pudiese evitarlo. De hecho, posiblemente se alegrara de librarse de él.


Una suave imprecación lo sacó de su macabro ensimismamiento. Naruto alzó la cabeza y se miró la pierna herida. A lo largo de toda la espinilla corría un profundo corte, desde la rodilla hasta por encima del borde del calcetín.


Vio carne, musculo, sangre. Era repugnante, y no pudo evitar gemir.


-Túmbate, demonios.-


Débilmente, Naruto obedeció.


-¿Cómo ha podido pasarme eso sin que yo lo notara?-


-Probablemente, se abrió como la piel de un tomate a causa del impacto.-


-¿Puedes hacer algo?-


-Limpiar la herida con agua oxigenada.-


-¿Me va a doler?-


-Probablemente.-


Sin prestar atención a la mirada llena de miedo de Naruto, él comenzó a limpiar el corte con ligeros golpecitos, valiéndose de un trozo de camiseta de algodón y del peróxido. Naruto se mordió el labio inferior para no gritar, pero tenía el rostro contorsionado de angustia.

En realidad, la idea del agua oxigenada haciendo burbujas en medio de la herida era tan mala como el dolor.


-Respira por la boca si sientes ganas de vomitar-le indico el moreno- Casi he terminado.-


El rubio cerró los ojos con fuerza, y no volvió a abrirlos hasta que oyó el sonido de una tela rasgándose. Sasuke estaba haciendo vendas con otra camiseta. Le vendó la pantorrilla con fuerza para evitar que la herida siguiera abriéndose.


-Por ahora, tendremos que conformarnos con esto-dijo, más para sí que para el ojiazul. 

Después tomó de nuevo el cuchillo y le indicó:

- Levanta las caderas.-


El rubio obedeció, evitando mirarlo a los ojos. Entonces, Sasuke le corto la pernera alrededor del muslo.


-No puedes caminar así.-


-¡Si puedo!-exclamo Naruto frenéticamente.


Tenía miedo de que le dejara atrás. Sin embargo, el moreno se inclinó hacia él, lo tomo por los brazos y lo ayudo a sentarse.


-Quítate el abrigo y ponte esta chaqueta de esquiar.-


Sin discusión, el rubio dejo que el abrigo de piel se deslizara por los hombros. Con el hacha que había tomado de la cabina de la avioneta, Sasuke cortó tres ramas fuertes y las limpio.

En silencio, Naruto observo como formaba una hache, aunque el palo central era más alto de lo normal. El ojinegro ató las intersecciones con correas de cuero, que había tomado de las botas de los hombres a los que habían enterrado. Después, tomo el abrigo de piel y colocó cada una de las mangas sobre los palos más largos. Naruto se encogió cuando el corto la piel y el forro de satén e hizo un agujero al final de su precioso abrigo de piel de zorro.


Entonces, Sasuke lo miró.


-¿Qué pasa?-


El trago saliva al darse cuenta de que le estaba poniendo a prueba.


-Nada. El abrigo era un regalo, eso es todo.-


Sasuke le observo unos segundos antes de hacer un agujero similar en el otro lado del abrigo. Entonces, paso los palos por los agujeros. El resultado fue unas parihuelas más que rudimentarias. Sin embargo, Naruto estaba impresionado con el ingenio y la habilidad de aquel hombre. Y muy aliviado por el hecho de que el moreno tuviera en mente abandonarlo ni deshacerse de él.


Sasuke puso una de las camillas en el suelo; después tomo a Naruto en brazos, lo deposito cuidadosamente sobre el abrigo de piel y lo tapó con más pieles.


-No vi ningún animal parecido a esto allí arriba-dijo el rubio, pasando la mano sobre una piel suave y corta.


-Umingmak.


-¿Cómo?


-Así llaman los inuit a los bueyes almizcleros. Significa que no lo maté yo, solo compré la piel. 
Es muy cálida-le explico Sasuke. Después de ajustarle la manta alrededor del cuerpo, añadió-: Si quieres, puedes quedarte aquí y permanecer tapado.


El moreno se incorporó y se enjugó el sudor de la frente con el dorso de la mano. Al rozarse el chichón de la sien, hizo un gesto de dolor. Naruto habría tenido que quedarse una semana en cama su  hubiera recibido un golpe como aquel; debía de estar causándole mucho dolor.


-Gracias, Sasuke-le dijo suavemente.


Él aludido se quedó inmóvil, lo miró, asintió rápidamente y después comenzó a recoger todas las cosas. Puso ambas mochilas sobre la parihuela, junto a los rifles.


-Sujétalo todo, ¿de acuerdo?-


-Sí ¿A dónde vamos?-


-Hacia el sureste.-


-¿Por qué?-


-Tarde o temprano, deberíamos dar con la civilización.-


-Ah-dijo el rubio. No quería moverse de allí porque sabía que el viaje iba a ser muy difícil.- ¿Puedo tomar una aspirina, por favor?-


Él saco el frasco, lo abrió y deposito dos aspirinas en la palma de la mano de Naruto.


-No podre tragarlas sin líquido.-


Sasuke emitió un sonido de impaciencia.


-Lo único que hay es brandy.-


-Brandy, por favor.-


Él le paso una de las botellas y lo observó. Naruto tomo un buen trago para tragarse las pastillas. Se atragantó y tosió. Se le llenaron los ojos de lágrimas, pero con dignidad y aplomo, le devolvió la botella y dijo:


-Gracias.-


Sasuke sintió la necesidad de sonreír.


-Puede que no tengas sentido común, pero tienes agallas, eso sí.-


Y aquello, pensó Naruto, era lo más parecido a un cumplido que iba a recibir de Uchiha Sasuke.
 
Él tomo los extremos de las ramas y se los ajusto bajo los brazos, y después, comenzó a caminar arrastrando la camilla.


Después de haber avanzado unos cuantos kilómetros, durante los cuales Naruto no pudo evitar que le chocaran los dientes con los golpes de su trasero sobre las piedras, se dio cuenta de que no iba a estar mucho mejor en aquella camilla de lo que hubiera estado caminando. Tenía que concentrarse para no deslizarse fuera de las pieles y sabía que tendría hematomas en los glúteos.


A medida que pasaba el tiempo, oscurecía y hacía más frio. Comenzó a caer nieve en forma de ligeros copos. Además la pierna le dolía cada vez más, pero habría estado dispuesto a morderse la lengua antes que quejarse.


Oía la respiración fatigosa de Sasuke. Para el moreno, las cosas tampoco eran fáciles. Si no fuera por él, habría podido recorrer el triple de distancia en el mismo tiempo.


De repente se hizo de noche, y se volvió peligroso continuar avanzando por aquel terreno tan accidentado.


Sasuke se detuvo en un claro y soltó la camilla.


-¿Qué tal estas?-


Naruto no quería pensar en el hambre, la sed y el cansancio que estaba sufriendo.


-Bien.-


-Sí, claro ¿Cómo estás de verdad?-insistió Sasuke.


Se arrodilló a su lado y apartó las pieles que lo cubrían. Naruto tenía el vendaje ensangrentado nuevamente. Rápidamente, el moreno volvió a taparlo- Será mejor que nos detengamos para pasar la noche. Ahora que se ha puesto el sol, no sé en qué dirección avanzamos.-


Él estaba mintiendo solo para que el rubio se sintiera mejor. Naruto sabía que habría continuado la marcha de no ser por él. Sin embargo, Sasuke rodeó el claro y junto hojas de pino. Después extendió  las pieles encima del cúmulo y volvió por Naruto. Lo tomó en brazos y lo depositó cuidadosamente sobre el lecho que había formado. Al tumbarse, el rubio suspiro de alivio. Sasuke lo tapó con pieles.


-Encenderé una hoguera. No será grande, porque no hay leña seca, pero será mejor que nada, y nos ayudará a mantener a raya los posibles visitantes.-


Naruto de estremeció y se puso las pieles sobre la cabeza, para protegerse del pensamiento de los animales salvajes y de la helada precipitación que continuaba espolvoreando el suelo.
Sin embargo, el dolor de la pierna, cada vez más intenso, no le permitía dormitar. Se sintió cada vez más inquieto, hasta que finalmente, sacó la cabeza de entre las pieles.
Sasuke había conseguido encender el fuego humeante, débil y lo había rodeado de piedras para impedir que se extendiera.


Sasuke lo miró. Se abrió una de las muchas cremalleras que tenía su abrigo, extrajo algo de un bolsillo y se lo lanzo. Naruto lo atrapo con una mano.


-¿Qué es?-


-Una barra de cereales.-


Al pensar en comida, a Naruto comenzó a rugirle el estómago. Rasgo el envoltorio para meterse toda la barra en la boca, pero antes de hacerlo, se contuvo…


-No…no tienes por qué compartirla conmigo-dijo con un hilillo de voz- Es tuya, y quizá la necesites más tarde.-


-No, no es mía. La encontré en el bolsillo del abrigo de otro.-


Pareció que el moreno disfrutaba brutalmente al decirle aquello, dándole a entender que, si la barrita de cereales fuera suya, se lo pensaría dos veces antes de compartirla con él.

Fuera cual fuera su intención, le había estropeado aquel momento. La barra le supo cómo serrín; Naruto mastico y trago mecánicamente, en parte por la sed. Como si le estuviera leyendo el pensamiento, Sasuke dijo:


-Si no encontramos agua para mañana, tendremos problemas.-


-¿Y crees que la encontraremos?-


-No lo sé.-


El rubio se tendió entre las pieles pensativamente.


-¿Por qué crees que ocurrió el accidente?-


-No lo sé. Supongo que por una combinación de cosas.-


-¿Tienes idea de donde estamos?-


-No. Tendría una idea aproximada de no haber sido por la tormenta.-


-¿Crees que nos salimos del rumbo?-


-Sí, pero no sé cuánto.-


-¿Habías estado en el Great Bear Lake antes?-


-Una vez.-


-¿Cuándo?-


-Hace varios años.-


-¿Cazas mucho?-


-Un poco.-


No era exactamente hablador, pero Naruto quería entablar conversación para distraerse del dolor de pierna.


-¿Crees que nos encontraran?-


-Quizá.-


-¿Cuándo?-


-¿Qué te crees que soy, una enciclopedia?-le dijo él, desabridamente, y se puso en pie con brusquedad-. Deja de hacerme preguntas. No se las respuestas.-


-Solo quería saberlo-respondió Naruto, quejumbrosamente.


-Bueno, pues yo también. Pero no lo sé. Ya te he dicho que las posibilidades de que nos encuentren son remotas, porque el avión se había apartado de su rumbo. Y ahora, cállate.-

Naruto se quedó en silencio. Sasuke recorrió el claro en busca de ramas secas. Añadió unas cuentas a la hoguera y, después, se acercó al rubio.


-Deja que te vea la pierna.-


Sin miramientos, aparto las pieles, y con habilidad, fue cortando los nudos del vendaje ensangrentado con su cuchillo de caza.


-¿Te duele?-


-Sí.-


-Bueno, no es de extrañar-dijo él con el semblante grave, mirando la herida. Su expresión no era precisamente reconfortante.


Mientras el rubio sujetaba la linterna, él volvió a limpiarle el corte con agua oxigenada y le puso un vendaje limpio.
 
Cuando terminó, el menor tenía los ojos rojos y los labios hinchados de mordérselos, pero no se había quejado ni una sola vez.


-¿Dónde aprendiste a hacer los vendajes tan bien?-


-En Vietnam-respondió él en un tono cortante, que indicaba que no quería más preguntas al respecto- Toma otras dos aspirinas-le dijo, y después, él mismo tomó otras dos. Sasuke no se había quejado, pero debía tener un tremendo dolor de cabeza-. Y bebe unos tragos más de brandy. Creo que por la mañana lo vas a necesitar.-


-¿Por qué?-


-Por la pierna. Probablemente, mañana será el peor día. Después de eso, quizá empiece a mejorar.-


-¿Y si no mejora?-


Él no dijo nada. No era necesario.


Con las manos temblorosas, Naruto se llevó la botella de brandy a los labios y tomó unos cuantos sorbos. Las ramas de la hoguera habían prendido, y Sasuke añadió algo más de leña. Sin embargo, no proporcionaba suficiente calor como para que él se quitara el abrigo, cosa que hizo. Y para sorpresa de Naruto, también se quitó las botas, y le dijo a Naruto que hiciera lo mismo.
 
Después hizo un fardo con los abrigos y las botas y lo metió al fondo de las pieles.


-¿Para qué es eso?-le pregunto Naruto. Ya tenía los pies helados.


-Si sudamos con las botas y comienza a hacer más frio, podemos congelarnos. Échate a un lado.-


Naruto lo miró con aprensión.


-¿Eh?-


Con un suspiro de impaciencia, Sasuke se tendió a su lado, obligándolo a hacerle sitio bajo las pieles. Alarmado, el rubio exclamó:


-¿Qué haces?-


-Echarme a dormir. Si te callas, claro.-


-¿Aquí?-


-No había alojamiento con camas separadas.-


-Pero no puedes…-


-Relájate señorito… ¿Cómo era?-


-Uzumaki.-


-Sí, ‘señorito Uzumaki’. El calor de nuestros cuerpos evitará que nos congelemos-sentencio 

Sasuke. Se acurrucó contra el ojiazul y les cubrió las cabezas con las pieles, formando un refugio muy efectivo -Ahora túmbate de costado.-


-Vete al demonio.-


-Mira, no quiero congelarme. Y tampoco tener que cavar otra tumba para enterrarte, as que haz lo que te he dicho. Ahora.-


Debía de haber sido oficial en Vietnam, pensó el rubio con sarcasmo mientras se tumbaba de costado. Él le rodeo la cintura con un brazo y la atrajo hacia sí, hasta que sus cuerpos estuvieron ajustados el uno al otro. Naruto apenas podía respirar.


-¿Esto es estrictamente necesario?-


-Sí.-


-No voy a ir a ningún sitio, así que no tienes que poner el brazo ahí.-


-Me sorprendes. Creía que te gustaría-dijo el moreno y le apretó la palma de la mano contra el estómago -Eres una verdadera monada ¿Acaso no esperas que todos los hombres se exciten cuando te ven?-


-Suéltame.-


-Con ese brillante cabello, de un color tan poco corriente.-


-¡Cállate!-


-Seguro que estás orgulloso de tu aspecto, y que los hombres y mujeres te encuentran irresistible. Ese copiloto, sí. Estaba salivando por ti. Casi tartamudeaba.-


-No sé de qué estás hablando.-


-Oh, sí, claro que sí. Debes de habértelo pasado muy bien, dejando asombrados a todos los hombres de la avioneta cuando subiste, con el abrigo de piel, con esas mejillas tan sonrosadas y esa boquita tan sexy.-


-¿Por qué estas estás haciendo esto?-le pregunto el rubio en un sollozo.

Sasuke masculló una maldición, y cuando habló de nuevo, su tono de voz no era de broma. 

Era de cansancio.


-Para que estés seguro de que no voy a aprovecharme de ti durante la noche. Los y las rubias nunca han sido de mi gusto. Además todavía tienes el cuerpo caliente de tu amante. Teniendo en cuenta esas cosas, tu virtud está a salvo conmigo.-


Naruto reprimió las lágrimas de humillación.


-Eres cruel y vulgar.-


Él se rio.


-Ahora hablas de un modo tan ofendido que no me siento tentado a aprovecharme de ti, así que no te preocupes. Duérmete ¿De acuerdo?-


El ojiazul tuvo que apretar los dientes para no responder a aquella grosería. Mantuvo el cuerpo rígido y puso una barrera entre ellos, aunque no física, si mental.
Intento hacer caso omiso del calor corporal que desprendía Sasuke, que le traspasaba la ropa, y de su respiración, que le rozaba el cuello cada vez que exhalaba, y del poder oculto de sus muslos, que se adaptaba a su espalda.
 
Poco a poco, y con la ayuda del brandy que había bebido, se relajo, finalmente, se durmió.



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 Continuará...
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¡Konnichiwa/Konbawa! ^^ espero que este segundo capitulo haya sido de su agrado, y perdonen la espera TwT
¡Bueh! Gracias a mi
Beta Reader: Andrómeda Walker Nightray
¡Arigato Andri~~~!
Sin más cosas relevantes que decir ls digo adiós! Sayonara! Comenten onegai!
Un blog se alimenta de sus comentarios~~
Dewa!